Geometría
El carro del Sol
Cuenta la leyenda que en Alejandría, en los tiempos en que se contruía el famoso Faro, un grupo de hombres derrotó al Sol.
Apolo, al que otros llamaban Ra, ordenó a sus ciervos que le llevaran los ocho hombres mas sabios de todos los tiempos, pues quería para él la sabiduría del mundo.
Los siervos comenzaron la tarea y encontraron a los siete primeros. Fué fácil, pues todos ellos estaban en Hades y se les conocía como los Siete Sabios.
Al octavo lo buscaron entre los vivos y entre los muertos, en la tierra y en el cielo, pero aparecía. Cansados de tanto buscar, le preguntaron al Oráculo:
-Su nombre es Euclides, y el lugar donde se encuentra es la biblioteca de Alejandría.
Montados en el carro de Apolo volaron hasta la biblioteca y allí hallaron a un grupo de hombres. El más anciano, que estudiaba dos cuadrados de diferente tamaño. anotando sus semejanzas y sus diferencias, fué capturado por los siervos de Apolo.
-¡Euclides es nuestro!
En ese instante todos los hombres lo rodearon diciendo:
-¡Yo soy Euclides! ¡Yo soy Euclides!
Los enviados, ante la imposibilidad de reconocer quién era realmente Euclides, se fueron y le dijeron a Apolo que el octavo sabio no existía, que eran uno y eran todos.
Después de esto, Apolo liberó a los Siete Sabios, y preguntando por la razón contestó que no hay muros que contengan la sabiduría del conocimiento.
Tomado de Matemáticas 3ESO. España, Editorial Santillana
Cuenta la leyenda que en Alejandría, en los tiempos en que se contruía el famoso Faro, un grupo de hombres derrotó al Sol.
Apolo, al que otros llamaban Ra, ordenó a sus ciervos que le llevaran los ocho hombres mas sabios de todos los tiempos, pues quería para él la sabiduría del mundo.
Los siervos comenzaron la tarea y encontraron a los siete primeros. Fué fácil, pues todos ellos estaban en Hades y se les conocía como los Siete Sabios.
Al octavo lo buscaron entre los vivos y entre los muertos, en la tierra y en el cielo, pero aparecía. Cansados de tanto buscar, le preguntaron al Oráculo:
-Su nombre es Euclides, y el lugar donde se encuentra es la biblioteca de Alejandría.
Montados en el carro de Apolo volaron hasta la biblioteca y allí hallaron a un grupo de hombres. El más anciano, que estudiaba dos cuadrados de diferente tamaño. anotando sus semejanzas y sus diferencias, fué capturado por los siervos de Apolo.
-¡Euclides es nuestro!
En ese instante todos los hombres lo rodearon diciendo:
-¡Yo soy Euclides! ¡Yo soy Euclides!
Los enviados, ante la imposibilidad de reconocer quién era realmente Euclides, se fueron y le dijeron a Apolo que el octavo sabio no existía, que eran uno y eran todos.
Después de esto, Apolo liberó a los Siete Sabios, y preguntando por la razón contestó que no hay muros que contengan la sabiduría del conocimiento.
Tomado de Matemáticas 3ESO. España, Editorial Santillana
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